Los estudiantes de Matemáticas de séptimo grado se embarcaron este año en un proyecto innovador que involucró dos temas cada vez más interconectados: las matemáticas y la programación. Bajo la guía de la profesora Julie Stayner, en colaboración con el profesor Alain Rivera del área de ICT, los estudiantes aplicaron sus conocimientos de álgebra para crear videojuegos interactivos utilizando el lenguaje de programación Python.
El proceso comenzó en la clase de Julie Stayner, donde los estudiantes dominaron conceptos como la combinación de términos semejantes y la resolución de ecuaciones de uno y dos pasos. Luego, llevaron esta lógica a un nuevo nivel empírico: programar juegos que desafiaban a los usuarios a resolver ecuaciones para avanzar. Aprendieron a escribir código que reconociera respuestas correctas o incorrectas, e incluso a incluir funciones más complejas como ciclos y efectos visuales.
“Lo más valioso fue ver cómo reforzaban los conceptos algebraicos de una forma lógica y creativa”, comentó la profesora. Además del repaso matemático, los estudiantes tuvieron un reto clave del mundo de la programación: encontrar y corregir sus propios errores. Una simple coma mal puesta o un error de sintaxis generaba que el juego no funcionara, lo que les enseño resiliencia y pensamiento crítico.
La idea del proyecto nació gracias al interés del director de Middle School, Mr. Jonathan Roberts, quien buscaba maneras de integrar el currículo de matemáticas de Ontario con la codificación, una habilidad cada vez más relevante. Aunque la maestra admitió que no es experta en programación, disfrutó aprendiendo junto a sus alumnos: “Yo también descubrí cosas nuevas, y pude acompañarlos desde mi experiencia como docente”.
Debido al éxito de esta experiencia, ya se planean al menos dos proyectos por año que combinen matemáticas e ICT. Sin duda, este tipo de iniciativas no solo hacen más atractivas las materias, sino que preparan a los estudiantes para un mundo donde saber resolver ecuaciones puede aplicarse a conceptos prácticos de la vida cotidiana, de acuerdo con los principios del Aprendizaje Más Profundo como enfoque pedagógico del Colegio.